HISTORIA

 

ESCUELA DE FORMACIÓN SOCIOPOLÍTICA Y FE CRISTIANA

LA ESCUELA DE FORMACIÓN SOCIOPOLÍTICA Y FE CRISTIANA, es un AULA ABIERTA del ISTIC, cuyo Director es, al mismo tiempo, el Director de la Escuela.  Nació impulsada por el Sínodo Diocesano de 1992 (0.78) hasta alcanzar su forma actual, con un equipo coordinador, trabajando siempre en estrecha colaboración con el ISTIC.

Lo que es hoy la escuela se inicia en el curso 1994-1995 con lo que inicialmente se llamó, Bienio de Doctrina Social de la Iglesia, su responsable fue D. Isidoro Sánchez López, el curso comenzó con 31 alumnos matriculados. 

Desde el curso 1997-1998 hasta el 2001-2002 asumió la responsabilidad D. Francisco Martel. 

El curso 2005-2006 asumió la sección D. Nicolás Moche y se pasa a denominar escuela de formación sociopolítica, que de manera transitoria asume D. Juan Acín hasta el curso 2006-2007, que es cuando D. Policarpo Delgado Perdomo se hace cargo de la misma hasta su fallecimiento en el mes de enero de 2016.

A continuación asume la coordinación D. José Suárez junto con su esposa Dña. Isabel Pérez hasta el fallecimiento de Pepe Suárez, en marzo del año 2022.

A través de esta escuela del ISTIC, con más de veinte años de historia, nuestra Iglesia ha tratado de ofrecer desde la fe cristiana, una reflexión sobre el actual momento social y, asimismo, estimular a construir una sociedad mejor. Una sociedad con entrañas que se visibilice en una sensibilidad y compromisos por un mundo fraterno, inclusivo y justo en el que las personas sean siempre lo más importante y no motivo de exclusión y desigualdad. 

Ciertamente, las realidades de pobreza y todo lo que ha sucedido con la crisis económica desvelan los grandes límites de un modelo de sociedad, que parecía consolidado, y que, sin embargo, muestra grandes desniveles de desigualdad. A lo que le acompaña la tentación de responder desde una lógica de la indiferencia o lo que es peor, del descarte de quién no alcanza unas cotas suficientes de bienestar, como nos está alertando el Papa Francisco. Pero, como dice el papa Francisco, «el mundo se ve más claro desde las periferias (…) el sufrimiento del mundo se entiende mejor junto a los que sufren».

Los cristianos y cristianas estamos llamados a vivir y proponer el bien común frente al individualismo que nos deshumaniza. Porque el bien común consiste en construir las mejores condiciones sociales posibles en cada momento, para que todas las personas puedan vivir de acuerdo con su dignidad, dando prioridad a las necesidades y derechos de las personas empobrecidas. 

La escuela quiere ayudar a una mayor toma de conciencia de estas realidades, así como ofrecer desde la Doctrina social de la Iglesia elementos para una renovación esperanzada y consistente de la sociedad